«Prefiero un alma limpia que se equivoque, dude y meta la pata, a una persona que haga todo «perfecto» pero tenga malas intenciones» Alberto Rodrigo
En el fascinante camino de la vida nos vamos encontrando con personas de todo tipo, pero también nos vamos encontrando con nosotros mismos, aprendemos a conocernos, a saber quiénes somos realmente.
El problema es que a veces damos más importancia a lo que se ve, que a lo que no se ve. Vemos a alguien meter la pata y enseguida juzgamos, le damos un valor de 0 a 10 a esa persona, la clasificamos… Y esto también lo hacemos con nosotros mismos, nos juzgamos por un error, o porque no hemos sabido estar a la altura de las circunstancias.
He aprendido que lo que realmente importa es el interior. Me considero una persona que mete la pata con frecuencia, pero es porque camino, exploro, experimento, estoy en una búsqueda constante que me mantiene vivo, y eso me ha hecho «cambiar de formato» en varias ocasiones, pero una cosa si tengo presente y es cuidar el corazón, el alma.
«Si cierras la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera»
Rabindranath Tagore