Archivo por meses: marzo 2013

Cómo gestionar mis emociones

Imagen

1. OBSERVAR: Sea cuál sea la emoción que sienta, trataré de observarla desde fuera sin juzgarla, sencillamente definiendo qué tipo de emoción estoy sintiendo en ese momento, ya sea positiva o negativa.

2. ACEPTAR: Doy la bienvenida a esta emoción, aunque sea negativa, ya que todo lo que resiste, persiste, por lo que incluso si quiero librarme de ella es importante aceptarla, entender su propósito, y la razón por la que esta emoción ha venido a mí, para comprender qué es lo que quiere decirme.

3. DESVINCULARSE: Yo no soy mi emoción. Entender esto es clave. Una cosa es lo que siento y otra lo que soy. La emoción es algo que estoy sintiendo y que está ocurriendo, pero yo no soy dicha emoción.

4. DECIDIR: Una vez consciente de la emoción que estoy sintiendo tomo la decisión de eliminarla (porque es negativa), o disfrutarla (porque es positiva).

5. ACTUAR: Elijo el momento presente, el AHORA para: a) Si es una emoción negativa,  liberarme de ella, simplemente fluyendo y permitiendo que esa emoción me abandone de la misma forma que vino a mí, dejando que siga su camino, una vez que haya entendido su propósito; o b)  Si es una emoción positiva, dejar que fluya en mí, aprovecharla, disfrutarla sin miedo a perderla, sino dejando que siga su curso y su propósito en el momento en el que vivo.

Alberto Rodrigo

No mires hacia atrás

Una de las claves del proceso de coaching es que no navegamos en el pasado intentando restaurar los errores del ayer, o curando las heridas que nos han ido dejando la vida, sino que nos centramos en el presente, tomamos consciencia del lugar y momento en el que estamos, y a partir de ahí evaluamos nuestros recursos, vemos lo que podemos y queremos hacer con todo aquello con lo que contamos, para proyectarnos hacia el futuro pautando objetivos, metas claras y pasando a la acción para conseguir dichas metas. Solamente, si es necesario, podemos observar algún suceso o pauta de comportamiento y pensamiento del pasado, pero siempre con el objetivo de centrarnos en el presente.

De poco o nada sirve perderse en la historia del pasado, de lamentarse o preguntarse el por qué, y si hubiera hecho esto, o aquello… ésto lo único que produce es un bloqueo en el cual dejamos de vivir el regalo del ahora, para tratar de recuperar tiempos que ya no existen, en los que ya no podemos hacer nada.

Imagen

No importa lo que hayamos vivido antes, las glorias o fracasos que hayan formado parte de nuestras vidas, eso no volverá por mucho que lo intentemos. Mirar hacia atrás nos impide avanzar, nos mantiene en un sueño, a veces pesadilla, en el que nuestra voluntad parece estar anestesiada por los recuerdos a los que nos negamos soltar.

Sin embargo podemos hacer «click», es una cuestión de consciencia, de responsabilidad y de acción, para despertar y empezar a ser lo que queremos ser. Soltar el pasado es una auténtica liberación, y es posible a través de un proceso de coaching.

Quiero ayudArte, porque en definitiva esa es la labor del coach: el Arte de ayudar a otros a través de un acompañamiento personal.

Alberto Rodrigo