Archivo por días: 6 de enero de 2015

¿Tres Reyes Magos o tres regalos mágicos?

En mi familia, tradicionalmente nunca hemos sido de celebrar los Reyes, lo que hacíamos era darnos los regalos el día de Nochebuena, lo que convertía aún en más buena esa noche; aparte del hecho de poder estar todos juntos y hacernos esos pequeños o grandes detalles que nos permitían sentirnos quizás un poco más felices, privilegiados, especiales y poder disfrutarlos durante todas las vacaciones.

Este año mi periodo navideño no ha sido nada «típico», apenas he tenido la oportunidad de ver a mi familia y tampoco he estado en las fechas marcadas cenando o comiendo con ellos por motivos diversos. Pero ha llegado el día de Reyes, y aunque no he asistido a ninguna cabalgata ni he dejado mis calcetines o zapatos en la chimenea esperando recibir algún regalo, lo cierto es que anoche tuve ganas de comer rosco de reyes  con una copita de un buen cava y pensar que el año que he pasado ha sido «redondo», que he de alguna manera me siento un «rey» viviendo algo mágico. ¡Hasta me puse la corona de cartón que acompañaba al rosco! Y es que en esta vida llega un momento en el que uno descubre la importancia de «hacer lo que le de la gana», por muy sencillo que sea, y disfrutarlo como algo mágico, momento en el que precisamente me encuentro ahora.

IMG-20150105-WA0009

Pero todo esto que acabo de contar parece que no tiene nada que ver con el título del post ni con lo que tenía pensado compartiros. ¿O si? Juzgadlo vosotros/as mismos/as.

Seguramente todos conozcamos más o menos la historia de los tres Reyes Magos, por lo que no me voy a parar a contarla de nuevo. Pero el caso es que jugando con los números y las palabras, como a mi me gusta hacer, me han venido tres regalos «mágicos» para poder hacerte a ti mismo/a o a otros. Si quieres les puedes pedir a los Reyes Magos que te ayuden a conseguirlos, seguramente lo harán encantados…

Son tres regalos mágicos, pero reales, posibles, y que no te van a costar nada a nivel económico, aunque si tendrán un valor incalculable, Allá van:

  • AMOR: Aquí es cuándo me llamaréis pesado, pero es que creo que es lo más importante en este mundo. Millones de regalos o de euros sin amor, jamás podrán curar un corazón herido o llenar un alma que se sienta vacía. Hagamos todo con, y por amor, y no sólo seremos «grandes», sino que haremos que los demás se sientan «grandes» a sí mismos/as también; haremos de éste, un mundo GRANDE…
  • PERDÓN: ¡Y cómo cuesta ésto! a mí el primero. Os aseguro que es mucho más fácil hablar del perdón que perdonar de verdad. Y no hablo sólo de perdonar a los demás, sino a uno mismo/a. Pero te aseguro que vale la pena, porque el perdón genera un océano de paz en el que da gusto navegar…
  • COMPASIÓN: Dícese de  un sentimiento humano que se manifiesta a partir y comprendiendo el sufrimiento de otro ser. Más intensa que la empatía, la compasión es la percepción y comprensión del sufrimiento del otro, y el deseo de aliviar, reducir o eliminar por completo tal sufrimiento. Y aquí, creo que no hay mucho más que decir… tal vez recordar que esta compasión que parece emerger en estos días de manera especial, debería ser un estilo de vida que pudiéramos mantener durante todo el año; quizás de esta manera el arco iris sea visto por más personas en más momentos y con más intensidad…

Y para concluir y no aburriros más (si es que no lo he hecho ya), me gustaría dejaros con una canción de Coldplay: «Magic», e invitaros a que penséis en estos tres regalos mágicos, y a quién dárselos. Además recordaros que la «cuesta de enero» no será obstáculo alguno para poder hacerlos.

Alberto Rodrigo