Vivimos en una sociedad occidental en la que somos educados con ciertos valores y creencias que nos conducen a la inmediatez y al exceso.
La mayoría de las cosas que tenemos, y hasta las que no tenemos y deseamos, en realidad no las necesitamos. No son necesidades básicas y, de hecho, una vez conseguidas volvemos al vacío inicial que sentíamos antes de tenerlas. La cuestión es que muchas veces ponemos nuestro foco y energía en lo material, en lo que tiene un precio económico en vez de invertir en lo espiritual, en aquello que nos conecta con la vida, con la inagotable fuente del amor. Y al no invertir en ello, se presentan los problemas emocionales, los del alma, aquellos que afectan a nuestros sentimientos, emociones y a nuestra mente. Incluso, en ocasiones, este vacío pasa factura a nuestro cuerpo físico. Por eso es importante llegar a entender la belleza de la simplicidad y la imperfección, para liberamos de esas ‘necesidades’ innecesarias. De ésto y de cómo gestionar esta «trampa», hablamos en el programa de hoy.
Pero también contamos con un invitado muy especial: Iván Zaro, que es trabajador social en el Programa de Atención a la Prostitución Masculina y Transexual del Ayuntamiento de Madrid a través de la Ong Imagina Más.
Hoy viene a presentarnos su nuevo libro: «La difícil vida fácil, libro que ya está a la venta en este link y que se presentará en los próximos días. Un libro con doce testimonios tratados con respeto, cariño y un realismo que no te dejarán indiferente y que nos permitirá asomarnos al desconocido mundo de la prostitución masculina.
En La Comunidad by Gay Coaching en colaboración con Cuidando en Femenino nos sentimos muy privilegiados de poder compartir con tod@s vosotr@s historias y momentos como estos. Puedes escuchar aquí la entrevista:
Hacía tiempo que quería escribir acerca del cáncer desde primera persona del singular, pero quizás hasta ahora no me sentía preparado o simplemente no me apetecía hacerlo… hoy siento que ha llegado el momento para escribir desde la vulnerabilidad y desde el valor.
Como veis, he usado un acrónimo que describe mi experiencia al respecto: Creer, Aceptar, Nacer, Crear , Esperar y Reinventarse: CANCER. Cada una de estas palabras tiene un sentido y un significado muy especial que revela cómo he vivido yo esta «experiencia». Y es que me gustaría aportar mi granito de arena o diamante para todas aquellas personas que han vivido, están viviendo o les ha tocado vivir de cerca esta situación no elegida.
No voy a detenerme en mi historia ni a dar detalles porque lo considero irrelevante o hasta casi morboso, pero si me gustaría proponer algunos aprendizajes personales que he experimentado en este camino.
Cuando uno recibe el diagnostico de que tiene «cáncer», lo primero que se le viene a la cabeza es: ¿Por qué a mi?, ¿Me voy a morir?, ¡Todo se ha acabado!, !No estoy preparado!, y un largo etc. Sin embargo TODO se puede vivir desde otro enfoque, con fe, esperanza y ganas de VIVIR una vida con mayúsculas. Es verdad que no es fácil aparentemente, pero es una oportunidad de oro para comprender lo que es el Amor, la Vida, la Aceptación, la Esperanza, y muchos otros más valores.
A menudo escucho las expresiones de: «He ganado la batalla al cáncer», «Luchar contra el cáncer», «superar el cáncer», «¡Eres un luchador!»… Nunca me he identificado con ello, aunque lo comprendo y respeto, pero en mi opinión y experiencia, pienso que ya es demasiado estresante pensar que uno tiene algo denominado «cáncer» como para encima tener que luchar contra ello, o vencer una batalla.
En seis años fui diagnosticado de cáncer dos veces, la segunda justo después de haber sido dado de alta del primero, pero nunca me identifique con la enfermedad. Jamás me consideré una persona enferma, simplemente Alberto pasando por un proceso de curación que tenía un para qué y del que saldría aún más fuerte, renovado, reinventado, con mayor consciencia de las cosas que realmente importan como por ejemplo: una puesta de sol, un amanecer, disfrutar de un buen café con un amigo o amiga, o una cerveza; un paseo por la playa, una conversación con mis papás, un buen helado, un circuito de spa, el sexo, ver una peli con tu pareja, la espiritualidad, la conexión con la naturaleza, una conversación con Dios, una noche de marcha bailando sin parar, la lectura de un buen libro, observar y aprender de las personas anónimas, un buen masaje, comer, un baño desnudo en una cala escondida…
Con humildad y generosidad, me gustaría dar algunas claves que me sirvieron a mí a transitar este camino:
No identificarse con la enfermedad. Una cosa es un diagnostico y algo que está ocurriendo en tu cuerpo, y otra cosa eres tú. Tú no eres la enfermedad, tú eres mucho más que todo eso, un ser físico, sí, pero también un ser emocional y espiritual con muchos recursos que van más allá de eso concreto que te está pasando. Yo siempre lo denominé como un proceso de curación en el que mi cuerpo y mis células se estaban «organizando» para resolver eso que me estaba pasando y que era por algo, o mejor dicho, para lago. En todo momento acepte que si mi propio cuerpo había tenido la capacidad de generar algo así, también tendría la sabiduría de actuar para resolver ese conflicto celular.
Aceptación. Que no resignación. Lo que se resiste persiste, lo que se acepta se disuelve. Aceptar que hay algo que ha generado el cáncer y no resistirlo o tomarlo como enemigo, más bien aprender durante el proceso.
Creer. Tener fe. Sí, esperanza más allá de los diagnósticos médicos, más allá del miedo. Creer para crear. Uno puedo crear su propio bienestar y salud, pero desde la fe que parte de una visualización creativa que implica creer para crear, no desde unos datos científicos o de unos resultados médicos.
Proactividad. No quedarse lamentándose por la situación con una actitud de victimismo, sino ser proactivo y llevar una vida «normal». Porque, en realidad, ¿qué es una vida «normal»? Puedo decir que hasta ahora el tiempo más productivo de mi vida comenzó en pleno tratamiento de quimioterapia, durante la hospitalización tras la operación y los meses siguientes. El cirujano que me operó me dijo textualmente:»¡eres un tigre!«.
Tener un propósito. Ganas y razón por la que vivir. Una misión personal de la que uno se siente responsable y afortunado de llevar a cabo por encima de los aparentes obstáculos o circunstancias. Cuando sabes que hay algo por lo que vivir realmente y no simplemente sobrevivir.
He querido poner esta foto intencionadamente para acompasar al nudismo de mi alma en este artículo y como testimonio de todo lo que os acabo de relatar.
Quiero dar las gracias a todas las personas que me acompañasteis durante esa aventura, por los abrazos… puedo decir con certeza absoluta que el AMOR disuelve el miedo, cura, da fuerza y nos hace seres con sentido.
Si te sirve o crees que puede servir a alguien, compártelo, y sobretodo: ¡Vive la vida! No es necesario pasar por algo así para darse cuenta del gran regalo que se nos otorga en cada amanecer.
Te invito a que veas este vídeo teniendo en mente lo que te acabo de contar.
Hoy paso el micrófono a Alicia Gómez que nos comparte una reflexión de coaching para ayudarnos a emprender.
La palabra emprender podría perfectamente aparecer en el diccionario al lado de la palabra miedo. Da igual lo que emprendas, un cambio de residencia, un negocio, la decisión de tener un hijo… Pasar de lo conocido a lo deseado produce mucho miedo. Son muchas las razones para no hacerlo, para dar un paso atrás, para tirar la toalla, porque los miedos (al fracaso, al ridículo, a no llegar a fin de mes, a no ser lo suficientemente buen@ y a mil y una cosa más) están ahí al acecho esperando a convencerte de cualquier forma de que lo tuyo es una locura…
En el nuevo libro encontrarás un anexo con momentos de paraday conciencia, para practicar diferentes experiencias que si tienes presente en tu día a día mejorarán las relaciones con los demás y contigo mism@. Son ejercicios sencillos de hacer que puedes hacerlos sól@ y/o en compañía, en tu vida personal y en tu vida profesional. Todos y cada uno de los 13 ejercicios o momentos de parada que te proponemos los hemos experimentado en más de una ocasión tanto a nivel personal, en sesiones individuales y de pareja y en grupos de apoyo y formación. Sin duda son un punto de partida para mejorar nuestra vida espiritual, emocional y sexual. Y después de cada ejercicio encontrarás un poema como un susurro, unainhalación…
Toda una experiencia, una vivencia que transformara tu vida, tu ser. Te lo contamos en la entrevista que nos hace Alicia a los autores: Marian Frías y un servidor: Alberto Rodrigo.
Hay varias ocasiones en las que podemos hacer uso de este dicho. Por ejemplo, cuando comenzamos una nueva etapa en la que queremos un cambio importante, o cuando hemos sufrido una decepción propia o de otros, o cuando estamos cansados de lo que somos, vivimos y experimentamos y queremos empezar de nuevo… También se produce cuando sentimos que la etapa en la que estamos ha llegado ya a su fin y es hora de empezar algo diferente o cuando cambiamos de casa, ciudad, amigos, pareja, trabajo…
Hoy entrevisto a Alicia Gómez de Cuidando en femenino, una excelente y muy querida amiga emprendedora con un ADN muy especial que ha creado un proyecto enfocado al cuidado de la mujer desde el coaching y el desarrollo personal.
Además la píldora de coaching de hoy hablamos detríos, pero no de un cualquiera, sino del trío que es la fórmula que compone a todo ser humano. Un trío que se relaciona magistralmente y que interactúa el uno con el otro, alternándose entre ellos y aportando cada cual su parte. ¿Pero cuáles son estos tres elementos del trío?: Espíritu, alma y cuerpo.