Hay varias ocasiones en las que podemos hacer uso de este dicho. Por ejemplo, cuando comenzamos una nueva etapa en la que queremos un cambio importante, o cuando hemos sufrido una decepción propia o de otros, o cuando estamos cansados de lo que somos, vivimos y experimentamos y queremos empezar de nuevo… También se produce cuando sentimos que la etapa en la que estamos ha llegado ya a su fin y es hora de empezar algo diferente o cuando cambiamos de casa, ciudad, amigos, pareja, trabajo…
Hoy hablamos de ello en La Comunidad by Gay Coaching en colaboración con Cuidando en Femenino: Además entrevistamos a Rocío, una historia para ser compartida.
Aquí puedes escuchar la entrevista y el programa: