En general hay mucho pudor al nudismo, no sólo al físico, sino al del alma. Es cierto que esto entra dentro de la intimidad, libertad, preferencias y personalidad de cada uno.
Existe un nudismo que es muy sano y que en vez de hacernos vulnerables nos hace más fuertes.
Un nudismo que calla las bocas, que hace que se acaben los juicios, las opiniones, el miedo al qué dirán o a lo que puedan descubrir, porque cuando se muestra todo ya no queda nada por esconder y se acaba el miedo, la tensión, las cartas ya están sobre la mesa…
En La Comunidad by Gay Coaching en colaboración con Cuidando en Femenino entrevistamos a Ariel, un chico que ejerce la prostitución masculina. Agradecemos su generosidad y a Iván Zaro, del Programa de Atención a la Prostitución Masculina y Transexual del Ayuntamiento de Madrid que a través de la Ong Imagina Más nos ha puesto en contacto con él.
Antes de escuchar la entrevista te invito a leer el poema del programa de hoy:
“Alma pornográfica”
y se pasea una vez más desnudo, desnuda
recorriendo calles, rincones
sin miedo, sin prejuicios
con ganas de que los demás también lo hagan
orgía visual, contacto cero
el físico pesa mucho menos que lo etéreo
no nos mires, desnúdate tú también
porque se trata de pura pornografía
de que de una vez por todas me cuentes quién eres
a dónde vas con ese cuerpo, con ese alma
y se pavonea humildemente
delito de sinceridad extrema
tan vulnerable como las gotas de lluvia
que se dejan atrapar por la suciedad de la ciudad
que se tiñen con la contaminación
creando diseños extraños, manchas únicas
sobre los parabrisas de los coches
y para que todos le vean
tal y como está por dentro
porque no sabe muy bien si es o si está…
sea como sea, prefiere darse
entregarse por completo a los demás
puta barata, más bien puta regalada
porque las emociones no se venden
ni los amores, ni las verdades
se dan y punto, sin nada a cambio
por no esconderse grafía su alma
para que todos le vean
corazón desubicado en el gran carnaval de la vida
que te invita a quitarte los trajes del alma
y ejercer la prostitución más pura que existe
como lo hizo él
como lo hago yo
(Alberto Rodrigo)
Puedes escuchar aquí la entrevista: