Archivo por meses: marzo 2017

Programa 71: “Adicción al amor”. Entrevista a Josune Escaso

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¿Te consideras una persona adicta al amor? ¿Crees que una adicción puede ser positiva? ¿Puede llevarnos la adición al amor a un apego insano? ¿Perdemos nuestra identidad, esencia y energía cuando amamos de manera adictiva?

La palabra adicción en sí tiene una connotación negativa, ya que se refiere a al hábito de conductas nocivas y hasta peligrosas, o al consumo de sustancias que crean una dependencia psicológico y fisiológica. También puede referirse a una afición desmesurada a algo.

Cuando nos referimos al amor, también entra en juego la química de nuestro cuerpo, por lo que en el estado de enamoramiento se ha comprobado científicamente que se segrega una serie de sustancias las cuáles nos llevan a vivir y sentirnos como en una nube. Todo es maravilloso, o al menos así nos lo parece.

Un adicto al amor tiene la fantasía y la expectativa de que el otro o los otros puedan resolver sus problemas de manera incondicional y en todo momento, poniendo la responsabilidad sobre los demás, cediendo el poder y la capacidad de tomar las riendas de su vida y desde ese lugar “amar y ser amado”.

¿Cuáles son las consecuencias de esta adicción al amor? La dependencia, el apego, la desconexión con uno mismo, la pérdida de rumbo, la falta de autoestima y hasta el ser susceptibles al maltrato, cuando por un mal entendido amor somos capaces de hacer y permitir cualquier cosa.

Entonces, ¿Existe una adicción positiva? ¿Si el amor en si es bueno, amar mucho será siempre bueno? Aquí habría que distinguir entre amar mucho o amar en “exceso”. En el equilibrio puede hallarse la respuesta. No es cuestión de si es “bueno” o “malo”, tiene que ver más con lo que nos esté aportando y lo que esté produciendo en nuestra vida. Si es apego, dependencia, pérdida de identidad o responsabilidad, probablemente sea un tipo de amor que haya que replantearse, recolocar o incluso puede que soltar.

El amor se encuentra dentro de una de nuestras necesidades básicas y como tal es susceptible a que podamos llevarlo al extremo y generar un hábito adictivo.

Si embargo, estamos en este mundo para dar y para recibir amor. El amor es energía y una energía que fluye en nosotros, en el universo y a través de nuestros movimientos y acciones.

Para hablar de todo ello hemos invitado a Josune Escaso, que es educadora, psicóloga social, coach y formadora.

Y ahora… ¿te consideras un adicto al amor?

Escucha aquí la entrevista:

Programa 70: “El laboratorio de tu cuerpo”. Entrevista a César Barco

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¿Te has parado a pensar que tu cuerpo es un autentico laboratorio, un lugar donde investigar, crear, descubrir, analizar, resolver…?

Podemos experimentar con nuestro cuerpo, con la voz, con el silencio, los movimientos, los gestos, el baile, y con cualquier expresión artística resultante de nuestro ser corporal. Somos seres creados con la misma esencia y capacidad para crear, para diseñar nuestra propia vida y ello requiere de investigación dentro de nuestro propio cuerpo como si de un laboratorio se tratara.

El cuerpo está íntimamente ligado a las emociones, así nos sentimos, así nos movemos; por lo que podemos dar la vuelta a la tortilla y generar emociones positivas y saludables a partir de un cambio corporal, adoptando posturas y realizando actividades que nos lleven a un bienestar completo. No sólo desde el ejercicio físico, sino desde la creatividad, la libertad, usando nuestro cuerpo como una escultura y como un “producto” de laboratorio.

Es como realizar una performance, es decir, una muestra escénica improvisación y estética para que ocurra algo diferente en nosotros y en los que nos rodean. No se trata de actuar en el sentido de impostar, más bien es en el sentido de obrar.

Si pensamos en nuestro cuerpo como un espacio en construcción, transformación y constante evolución, seremos capaces de vivir “diferentes vidas” y experimentar con nuestro máximo potencial, crear jugando y jugar creando.

Pero, ¿Qué sucede cuando interactuamos con otros cuerpos? Se da la magia de la comunión, la común-unión, entre dos seres autónomos con la capacidad de relacionarse y producir nuevas ideas, creaciones y experimentos o experiencias.

El cuerpo es el reflejo de nuestro estado emocional, por ello es importante ser flexibles y no tener miedo a implementar los cambios necesarios hasta llegar a ser quienes realmente queremos ser; a estar donde queremos estar y a hacer lo que queremos hacer.

Os propongo un reto: Visualiza tu cuerpo como una escultura a la que puedes dar forma, volumen, color, olor, sentido. Da rienda suelta a tu imaginación y crea la persona que te gustaría ser, o mejor dicho: descubre la persona que eres, sal de la probeta y prueba a ser tú mismo, tú misma. Para ello puedes cerrar tus ojos, respirar profundo y empezar a imaginarte como nunca lo habías hecho, date el tiempo, el espacio y el permiso para obtener el resultado deseado.

Hoy contamos con César Barco, artista plástico, músico y docente entre otras cosas, que nos ayudará a adentrarnos en este laboratorio de nuestro cuerpo. Escucha aquí el programa:

Programa 69: “Quién bien te quiere te hará reír” Entrevista a Yolanda Mozota

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El refranero español suele darnos pistas de sabiduría. Sin embargo, hay dichos y refranes que se han transformado en creencias e incluso en sentencias o mandatos y que lejos de ayudarnos a ser sociedades más íntegras, nos llevan a ser todo lo contrario.

Uno de estos refranes es el conocido “Quién bien te quiere te hará llorar”, se ha instalado en nuestra cultura y creencia de tal manera que lo hemos integrado y considerado como algo que forma parte del amor: el sufrimiento. Probablemente nacido desde la idea de que aquella persona que te quiere tanto no temerá decirte cosas negativas o mejorables y que está ahí con el derecho de juzgar y valorar cada una de tus acciones. Sin embargo, malinterpretado nos ha llevado a creer a que el llanto ocasionado por discusiones, menosprecios o faltas de respeto nace de alguien que te quiere mucho. Y el amor, sin lugar a dudas, no tiene nada que ver con eso.

En todas las relaciones, como en la vida, hay valles y cimas. Hay encuentros, conexiones, pero también existen los desencuentros, las discusiones, y es sano valorar las diferencias del otro y hablar de ello.

El amor se construye día a día y las diferencias nos ayudarán a pasar del amor ciego al amor consciente, elegido y responsable.

El verdadero amor cura, nos hace más felices y por eso desde la Comunidad defendemos que la diversión y la risa son componentes claves en la relación. Al final, las relaciones, sean de pareja, de amistad o de cualquier otro tipo, sacan lo mejor y lo peor de uno mismo. Y está en nuestra mano sacar y enfocarnos en lo mejor de nuestras vivencias, así como ser capaces de gestionar nuestras propias sombras.

¿Cuándo una relación pasa de ser sana a ser tóxica? ¿Cuándo una discusión es parte “normal” de la relación y cuando se pasa de la línea? ¿Dónde está el límite del perdón, de pasar por alto o aguantar en un amor “incondicional”?

Te proponemos que cambies el refrán con nosotros y digas: “Quién bien me quiere me hará reír”.

En el podcast de hoy contamos con Yolanda Mozota, terapeuta gestáltica con amplia experiencia en terapia individual y de grupos. Junto a ella hablaremos sobre relaciones, abuso y maltrato y nos facilita pistas para salir de relaciones tóxicas y ser más felices.

 

 

Programa 68: “Comunicarse con gracia” Entrevista a Diego Mattarucco

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El poeta, actor y músico Diego Mattarucco nos visita hoy en La Comunidad dando una muestra excelente de cómo jugar con las palabras y comunicarse con gracia.

Escucha aquí el podcast:

La comunicación es un instrumento imprescindible en todas las relaciones. Pero esta comunicación no puede ser de cualquier tipo, tan importante como el mensaje es la manera en la que lo comunicamos.

Es importante ser claros, concisos, creativos, amables, coherentes, educados…

Sin embrago hay un tipo de comunicación que es más complicada de encontrar o de la que se habla menos y es de la comunicación con gracia. Ésta contiene la magia del humor y del amor en sí. Para ello vamos a ver los diferentes significados de la palabra “gracia”.

  • Conjunto de cualidades como el humor, la elegancia o la belleza.
  • Cualidad o conjunto de cualidades que hacen agradable a la persona o cosas tiene.
  • Atractivo independiente de la hermosura de las facciones, que se advierte en la fisonomía de algunas personas.
  • Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita.
  • Perdón o indulto.
  • Afabilidad y buen modo en el trato con las personas.
  • Habilidad y soltura en la ejecución de algo. Ejemplo: -baila con mucha gracia-.
  • Benevolencia y amistad de alguien.
  • Capacidad de alguien o de algo para hacer reír.
  • Dicho o hecho divertido o sorprendente.
  • Favor sobrenatural y gratuito concedido al ser humano.

Cuando aplicamos la gracia en nuestra comunicación estamos reforzando el contenido y la posibilidad para que éste se comprenda y se reciba mucho mejor. La comunicación con gracia nos puede llevar a resultados que no conseguiríamos de otra forma. Al final se trata de conectar, inspirar, transmitir, y no hacerlo “con calzador” o de manera forzada sino con GRACIA. No son tanto las palabras, sino la forma, el camino, el ingrediente o ingredientes que no se ven pero que están ahí en nuestra manera de comunicarnos.

Para ello es necesario conectar con esa gracia y con esa magia, sobre todo ser nosotros mismos en vez de intentar ser otra persona. Podemos aprender de otros, o mejor dicho inspirarnos, pero la clave está en descubrir esa gracia especial y única que nos identifica a cada persona.

La comparación es lo peor que podemos hacer para obtener esta habilidad, sin embargo el atrevimiento nos puede dirigir hacia eso que nos diferencia y que es genuino, natural, no impostado. No se trata únicamente de “ser graciosos” como de aplicar cada uno de los significados de la lista anterior.

La gracia marcará la diferencia en nuestra comunicación y nos ayudará a conseguir cosas que no podríamos de otra manera.